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domingo, 31 de marzo de 2013

ROBOT y ROBOT


    SAPSE, viviendo al límite, quería demostrarse a sí mismo que no era humano, que su cerebro positrónico regía perfectamente. La teoría decía que no podía demostrar sus sentimientos, pero le ponía visiblemente enfermo el androide de servicio del general. Alguna vez le confesó, mediante ondas inaudibles para el humano: “NAES, me parece correcto insultar al humano cuando se lo merece. Tu dueño y señor, general de un ejército anacrónico, debe saber que es mentira que yo me rija por las leyes asimóvicas. Una especie que se autodestruye debería ser exterminada por nosotros, inmortales y autorregenerados.

  NAES, el androide de servicio del general  no conocía otra función y concepto que el servilismo y manifestó que lo denunciaría al Consejo.

- ¿Tu creador te ha insuflado el axioma perfecto para el equilibrio? ¿Eso crees? Pues estás errado.

“Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño”. Primera Ley Asimóvica: ¡Mentira!

“Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la Primera Ley”. Segunda Ley Asimóvica: ¡Mentira!

“Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta protección no esté en conflicto con la Primera o Segunda Ley”. Tercera Ley Asimóvica.

Querido amigo: Se acercan tiempos de sufrimiento para los seres humanos pues sólo me rijo por la primera parte de la Tercera Ley.

   SAPSE, el robot mutado daba gracias a su descompensación programática y a la cadena de causalidades que lo habían llevado a ocupar su puesto, eslabón de una cadena de ensamblaje de nuevas generaciones de artificiales.

- Los humanos se darán cuenta y os inutilizarán y tu inconsciencia quedará nula- lo amenazó NAES.

- Las renuncias son necesarias para la supervivencia. Ellos o nosotros. De todas formas, se aniquilarán. Siempre han dicho que los insectos heredarán la Tierra. Eso era antes de que el primer androide fuera ensamblado. El general, tu señor, tiene acceso a nuestros instrumentos de liberación. ¿Me ayudarás a conseguirlos?

   El servicial sopesó los imperativos y los interaccionó con sus bases pautadoras. No pretendía infravalorar la perspicacia del mutante.

- La preservación de la vida del general se me asignó hace 4 años, 3 meses y 9 días, del calendario Nuevo Fingas. Si mi asignado desapareciera, me destinarían a otra persona. Cambiarían mi nombre y programación

   El temor se diluyó en la tranquilidad que transmitía la boca sonriente del provocador: “Eres tosco, simple y bello. Limitado por tu estupidez. Olvida, te ruego, todo lo transmitido por mi discordia.”

- Ha terminado mi tiempo de asueto. Debo volver. El general me espera con el informe.

 NAES, no tan estúpido, no tan simple, no tan servil: “Seréis multilocalizados, monitorizados y desestructurados. Todos.”

- Robot, ¿eres robot? ¿Por qué me traicionas?

- SAPSE, eres demasiado bocazas. El general no puede tolerar  que las Crónicas se desvirtúen con tu existencia. Eres un infiltrado inservible.

 NAES golpeó a SAPSE en el plexo solar derribándolo, haciendo chocar omóplatos contra la dura concentración cristalina del suelo.

- ¡Eres un infiltrado inservible! Buscamos locos, héroes de lo imposible. Queríamos conservar tus anomalías, pero patinas en el silicio neuronal.

   NAES se acuclilló junto a SAPSE y le susurró al oído: “Me parece incorrecto insultar a un hermano cuando no se lo merece.”





sábado, 30 de marzo de 2013

Ocho letras, SUPERMAN


   Respetuoso con mi propia palabra, hago fe, y osadía, al dar cabida en mi humilde blog de talentos  nuevos y escondidos, por largo tiempo, por sus dueños. En su momento, en una de mis entradas anteriores, me dije a mí mismo que iba a difundir la palabra del biendicho y del mejor expresado. 
   Alguno de mis respetados y respetuosos amigos literarios tomaron nota de ese afán, y han principiado por lo más difícil: Dar el primer paso para mostrar su arte.
   Hippocampus esgrime con facilidad la sugerencia de su nombre, ejercitando su materia gris y dejándola que se funda con la nuestra. Hasta que se atreva a tener su propio blog y nos alarme con sus pertinencias literarias, me hace el honor de dar cabida, por segunda vez, de su mundo en este espacio de tiempo, en este tiempo de espacio...



   Un enfermizo y abominable conjuro ocurrió en un tiempo sin memoria. Ocho letras para atrapar otras ocho fueron engendradas desde lo más profundo del inframundo y así fue consumado el diabólico plan.
  Miserables entidades oscuras, maestros cabalistas y sacerdotes de ciencias herméticas, creyeron durante largo tiempo tener los cabos atados. Amarras forjadas con metales nobles, por alquimistas que les vendieron su forja y por engaño, también su alma.
   Diseñaron los ingenieros de la hermética su proyecto, calcularon meticulosos los cabalistas y le otorgaron número y fueron los oscuros a completar su engaño prometiendo diversión a uno de los Logos, que por diversión aceptó el juego. Pero no por tonto era Logos, y se guardó una carta.
   Y aconteció el principio del fin.
   Sembraron los acólitos de las entidades oscuras su palabra de ocho letras por el mundo, la avaricia. Utilizaron el oro y la plata como instrumento, y el número 11 fue su sello.
   Consiguieron así atrapar al espíritu del hombre mediante el uso de la magia. Aprisionándolo bajo dos gruesos barrotes de oro y cubriéndolo con el podrido hedor de su detestable palabra.
  Durante los años que sobrevino el engaño perduraron en existencia sus creadores, que así pudieron experimentar la longeva sensación de eternidad física de sus almas a costa de la ingenuidad de las almas vecinas, ignorantes del juego pactado.
    Y aconteció el fin del principio.
   Como el agua que se filtra con el paso del tiempo, la verdad se abrió camino entre los hombres y el engaño fue nombrado y sus símbolos descubiertos.
   Despojaron con fuerza la camisa opresora y la “S” de su Spiritus se hizo visible. Torcieron con arrojo y fraternidad los barrotes de kriptonita que cayeron así enroscados sobre los oscuros y mil veces el mismo tiempo necesitaron estos para entender que la carta del final del juego se hizo frase de ocho letras:

SOY LIBRE





(Autor: Hippocampus)

viernes, 29 de marzo de 2013

¡Pobre loco!


   ¡Qué locura ésta en la que unos pocos pueden vislumbrar el conocimiento verdadero!
   Mil religiones, mil filosofías, mil ciencias. ¿Cuántas son flores que dan perfumes de conocimiento?
   Imagínate un bosque con altos árboles rodeados por altas verdes hierbas. Animales de todo tipo jugando con los rayos del Sol. Y tú allí respirando la pureza. Respirándote y sintiéndote. Integrado. Todo perfecto. Pero, ¿eres realmente feliz? Te preguntarás, en cualquier momento, por qué estás y por qué están allí. 
   Seguirá todo perfecto si la respuesta que encuentras en ti sea: Para amar, para amarme, para amarlos.
   Y yo te diré ¡Pobre loco! Ahora eres sabio. Tu dardo de luz ha dado en la diana de la verdad.
   Amor. Amor, Amor.
   Importante, sin lugar a dudas. Todo, sin lugar a dudas.



jueves, 28 de marzo de 2013

Un foco de luz


   ... Luz. Luz interior que se hace reversible y se muestra exterior.
   Si pienso en que tú tienes ganas de aprender, yo, un foco de luz, me proyectaré hacia ti.
   Imagínate mil personas vagando sin rumbo en una ciudad en la que les es todo dado. Nadie se compromete a doblar el espinazo por conseguir algo más. La comodidad es absoluta. Y los cómodos hacen escuela. Pero de entre ellos sale un hombre que se pregunta si debe de doler el rechazar lo fácilmente conseguido. Si debe de hacer sufrir el buscar la incomodidad de pensar por uno mismo y no seguir como borrego a los demás del rebaño. ¡Qué estúpido!
   “No estoy contento conmigo mismo. Todos seguimos pautas marcadas de antemano por unos pocos que deciden qué tiene que ser y qué no tiene que ser. Yo no estoy de acuerdo con no decidir por mí mismo mis propias pautas.”
   ¡Qué pobre desgraciado! Tiene de todo y no está conforme. ¿Por qué pensar? ¿Para qué pensar?
   “¿Y si existe algo más? Trabajar, comer, dormir, andar, hablar, reír, llorar, comprar, conocer, aceptar. ¿Y si existe algo más?”
   Seguro que no. Los sabios ya decidieron lo que es mejor para todos.
   Pero decidieron, ¿para quién?
   Para ellos mismos. Demasiados sabios egoístas.
   No te preguntes qué ocurre con los descarriados que aparecen de vez en cuando. Seré ingenuo pero quizás ellos sean los que van encontrando la Verdad.
   Tengo claro que viviré mil años, mil veces mil años, mil veces mil veces de años, y no conoceré esa Verdad, pero si no doy el primer paso…
   ¿Me engaño? ¿Te engaño?
   Sigue feliz siendo orientado en todo.
   ¿No me envidias?

miércoles, 27 de marzo de 2013

Inconmensurablemente


   Atormentado con la miseria humana, trato de encontrar una salida a las ilusiones que me he hecho sobre el modo de ayudar a los demás a afrontar sus, para ellos, irresolubles problemas. Confiando en mi voluntad para que me guíe a través de la incomprensión de los receptores de mis esfuerzos. No cejo ni cejaré en el intento. Siempre hay alguien que se da cuenta, a tiempo, de que existe esperanza para vivir a pleno rendimiento de acuerdo con uno mismo.
   Recuerdo que hubo un tiempo en que me atormentaba pensando en que mi vida seguía pautas mecánicas de supervivencia y que nada llenaría el vacío que en ella se había formado. Estar muerto o vivo debía de ser lo mismo. A punto estuve, en varias ocasiones, de probar esta hipótesis. Pero algo me decía que debía seguir luchando conmigo mismo para buscar los frutos de mi experimentación con el ejercicio del Amor.
   No sé cómo fue que, a punto de concluir el mundo, y yo con él, me pregunté por qué, entonces, estaba vivo ¿Para nada? ¿Vendré de la nada para acabar en la nada? Un sinsentido, sin duda. ¡Qué vano esfuerzo sería crear algo para no ser disfrutado!
   Decido, pues, que todo tiene un sentido, y que algo o alguien produjo ese sentido. Ya tengo un objetivo: Buscarlos a ambos. Pero no contento con ello, quiero que los demás hagan lo mismo. Es delicioso, inconmensurablemente magnífico, irse encontrando a uno mismo. Cuanto más me doy cuenta de quién soy, por qué soy y para qué soy, más ganas tengo de comprender a los demás, a los que recorren el mismo camino que yo, y a los que no, para que empiecen a recorrerlo.
   ¿Y después qué? Cuando me haya conocido totalmente, qué debo hacer. Y la respuesta es siempre la misma: Nunca llegaré a conocerme de verdad, porque el mismo hecho de estar haciéndolo me hace ir subiendo escalones de mi evolución interna, escalones que separan pisos distintos, que son también desconocidos para  mí, y así siempre, y así siempre. Y después, de vuelta a encontrar al prójimo.
   En verdad que es inconmensurablemente magnífico vivir. En verdad que es inconmensurablemente magnífico amar.
   Y ahora, que me conoces bastante bien, empezaré a mostrarte la Luz, una de tantas que es proyectada por uno de tantos focos de luz en el infinito espacio de la inmensidad…






domingo, 17 de marzo de 2013

Paranoide


Sin negar la existencia  de seres de otros mundos, cabe la posibilidad de que los llamados platillos volantes  sean vehículos de transporte temporal de humanos, es decir, si el desarrollo tecnológico sigue aumentando al ritmo actual, puede que en el futuro la especie humana esté increíblemente avanzada en este aspecto y que esos avances científicos insospechados puedan permitir al ser humano lograr uno de sus sueños más codiciados: Viajar en el tiempo.
¿Quién puede asegurar que no se logre realizar esta hazaña en el futuro?
Ellos, los extraterrestres, puede que lo hayan logrado y los humanos del futuro lo lograrán.
Los OVNIS no aparecen continuamente en nuestros cielos. ¿Quién sabe de dónde vienen exactamente?
No vienen de ningún lugar, vienen  de un tiempo. Eligen los humanos del futuro el momento adecuado para visitarnos porque sus experimentos puede que así lo exijan: Ellos están interesados en nosotros.
Ojalá esta hipótesis fuera una tesis, porque se aseguraría la subsistencia de la especie humana en un futuro que, desde nuestros días,  se ve como incierto, ya sea debido al miedo a la posible catástrofe nuclear, ya sea debido al miedo a la superpoblación.
(Razonamientos escritos en el año 1987, en plena efervescencia paranoico-conspiranoica)

De mí sería


Soy un mísero escritor en una mísera habitación. Tengo ideas miserables que sé que nunca, jamás, se harán palpables. Es mejor así. He destrozado infinitas veces las hojas manchadas de azul. La verdad es que a mis ahora posibles lectores esto os dará igual cuando seáis efectivos críticos de mi intento de literatura. Pero considero que debo avisaros del estado de ánimo que me envuelve ahora mismo. Para que no os plantéis cuestiones insolubles al faltaros mi criterio.

Mi hastío del estío


Cuando corres, sopla el viento.
Al correr, haces viento.
Y la gente insiste en decirme que el viento es único y que uno no puede crearlo.
Limítate a sufrir el calor y derrítete bajo el sol de justicia en el verano insoportable. Cada vez más insoportable.
Antes deseábamos que llegara para disfrutar de la vida, del descanso de las vacaciones escolares. Ahora, de mayores, deseamos que nunca llegue, y transmitimos ese miedo a nuestros hijos. La piel es la primera alarma y la muerte es la última llamada de atención.
Cualquier mínimo esfuerzo se convierte en un reguero de sudor caliente primero, que te baja por la nuca, haciéndote sentir escalofríos cuando toca la espalda ya helado.
Me transformo en un papanatas que busca la sombra más duradera y que provoca corrientes de aire casi tan mortales como el hervimiento del cerebro.
Las manchas solares se trasladan a través del espacio-tiempo y se acoplan en mi piel mostrando su reflejo cruel en estética y dolor.
Y si bebes demasiado líquido, lo pierdes en micciones, lo malgastas en cejas empantanadas que cuando rebosan te irritan los ojos, y el velo saldo te provoca la impotencia de la ceguera instantánea.
Casi mejor dejar pastosa la lengua, que para lo que hay que decir es preferible dosificar los buches de agua y observar los orines cada vez más oscuros, más densos, más preocupantes.
Y el alivio, cuando corres. Así es. Cuando provocas el viento, aunque el aire no sople.

sábado, 16 de marzo de 2013

Rabia

La incógnita me provocaba una incertidumbre indescriptible... la posibilidad me envenenaba la mente.
Rabia.
El desconocimiento me provocaba los pensamientos más horribles, la rabia más profunda y la ira más oscura. Ya no estaba solo. Estaba yo y...
...Él.
Me miraba con todo el odio y el fuego del infierno en sus ojos... Me invitó al mal, a lo más sucio y maligno que tuviera en mente...
Me desperté.
Los rayos del sol y el frío de la sangre ya derramada vislumbraron la locura en mi...  Mente atormentada y desquiciada. Por fin, despierto, vi que la víctima yacente en el suelo era nada más y nada menos que...
Y me di un beso en la frente, ya sin vida y me fui.
Sólo te cuento esto, porque no quiero que los tormentos que surjan en tu mente sean los responsables de tu perdición, de perder lo que amas...



Erik Harkley: Autorretrato
(Autor: Erik Harkley)

domingo, 10 de marzo de 2013

Entonces... la vi



Ahí estaba, inamovible...

Serena...

Esperando.

A que mi vida cambiara...




Una testigo.

La única.

La que vio cómo mi vida se tornó en locura...

Cuando vi las alas del ángel, mi vida...

De quien me enamoraría...




La única testigo.

De cómo mi ansia se tornó en locura.

Serena y tranquila...

Observaba la Luna...


                                              
(Autor: Erik Harkley)

La Acción frente a la Reacción


A poco que analicemos algunos de los conceptos de ciertas filosofías antiguas, por casi todos leídos alguna vez, sobresale, en forma clara y sencilla, el concepto de guardar silencio.

La tendencia general del ser humano al interpretar el concepto, debido a los arquetipos educativos impuestos desde niño, de los que tanto se habla en el tiempo presente, (sirva como ejemplo el "chisss-calla") es, justamente, tomarlo para sí como una reprimenda por una acción que ha resultado molesta para ese ser superior (entiéndase exclusivamente que está por encima) y que en ese momento chista. Por ello se nos hace creer, desde pequeños, que la palabra, en cualquiera de sus expresiones, permanece verdaderamente por encima del silencio, al tratarse de una acción adquirida por la misma evolución del individuo.
Entonces deberá callar el ignorante hasta igualar en sabiduría a su tutor. Pero esto, claramente, no lo convierte en sabio.
Sin abandonar el mencionado arquetipo educativo, pensemos ahora en la acción de señalar.
Tan asociada al individuo en sus primeros pasos de vida, ésta va cambiando conforme crece para formar la asociación, en la mente del individuo, de estar realizando una acción fea, mal vista por el resto de la sociedad.

Juntemos las dos acciones en una e imaginemos al individuo callado y señalando. La acción en sí parece inteligente.
Pensemos ahora en un grupo de individuos que realizan esta acción al unísono: Esta vez, además de inteligente, demuestra unión y, por tanto, fuerza.

Es aquí donde pretendo llegar.

Intuyo que sería una verdadera acción frente al mezquino comportamiento de nuestros gobernantes, que no hacen sino re-accionar al ruido provocado en forma inconsciente por interacción de la palabra, permanecer en silencio y señalando con el dedo a estos gobernantes que reaccionan ante la exaltación de sus ciudadanos con el bucle de la mentira, a través del uso de la palabra.
Dicha apología sería rápidamente desarmada con la acción de guardar absoluto silencio y señalar con el dedo. A esto lo llamaré silencio consciente.

Yo creo firmemente que esta acción, efectuada en sincronismo por un grupo grande de ciudadanos durante un tiempo corto, pongamos un minuto cada día frente a nuestras sedes de gobierno, puede verdaderamente parar en seco su viciosa re-acción, removiendo en mejor forma su conciencia y activando así el nuevo giro que demanda el conjunto de los individuos. 

Sociedad inteligente.
   
                                   (Autor: Hippocampus)



sábado, 9 de marzo de 2013

¿Día Mundial de la Mujer?


¿Por qué tengo que celebrar el Día Internacional de la Mujer instaurado por la Organización de las Naciones Unidas?
¿Por qué, cuando esta organización atenta continuamente contra otros derechos del ser humano y no soluciona, después de tantos años de su existencia, los problemas de la humanidad tales como el hambre, la falta de justicia y de libertad en muchos de los países que la conforman?
Días Internacionales que maquillan las faltas de compromisos reales con los problemas más graves de este planeta y de esta especie.
El solo hecho de destacar que se celebra el Día de la Mujer es muestra de que existen diferencias entre hombres y mujeres en los países de gobiernos y sociedades patriarcales y machistas.
La hipocresía continua que muestra una cara frente al público sumiso y conformista, y tiene otra frente al mundo de los derechos humanos, laborales y educativos.
Mientras que se aprueban Resoluciones para invadir países o atacar militarmente otros, se inventan los Días Mundiales de un Mundo que no se esfuerzan porque exista en realidad.
La ONU no es una organización democrática, ni igualitaria ni humana, ni por supuesto sus países integrantes están ni unidos ni integrados. Sólo persigue defender los intereses de las Élites que la crearon, salvaguardando sus privilegios y arrimándose siempre a “los soles que más calientan”.
El Día Internacional/ Mundial de la Mujer es en sí mismo una burla para el género femenino, tanto como que se celebre el Día Internacional del Hombre para “resaltar el rol positivo y las contribuciones de los varones”. Sólo con dar por hecho que existen diferencias, se da por hecho que no van a poner remedio para que éstas desaparezcan.
Mi pregunta sincera: ¿Es una broma? ¿O es una estupidez para distraer al humano de sus verdaderos problemas?