NAES, el androide de servicio del
general no conocía otra función y
concepto que el servilismo y manifestó que lo denunciaría al Consejo.
- ¿Tu creador te ha insuflado el
axioma perfecto para el equilibrio? ¿Eso crees? Pues estás errado.
“Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que
un ser humano sufra daño”. Primera Ley Asimóvica: ¡Mentira!
“Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano,
excepto cuando estas órdenes están en oposición con la Primera Ley”. Segunda
Ley Asimóvica: ¡Mentira!
“Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta
protección no esté en conflicto con la Primera o Segunda Ley”. Tercera Ley
Asimóvica.
Querido amigo: Se acercan tiempos de sufrimiento para los seres
humanos pues sólo me rijo por la primera parte de la Tercera Ley.
SAPSE, el robot mutado daba
gracias a su descompensación programática y a la cadena de causalidades que lo
habían llevado a ocupar su puesto, eslabón de una cadena de ensamblaje de
nuevas generaciones de artificiales.
- Los humanos se darán cuenta y os inutilizarán y tu inconsciencia
quedará nula- lo amenazó NAES.
- Las renuncias son necesarias para la supervivencia. Ellos o
nosotros. De todas formas, se aniquilarán. Siempre han dicho que los insectos
heredarán la Tierra. Eso era antes de que el primer androide fuera ensamblado.
El general, tu señor, tiene acceso a nuestros instrumentos de liberación. ¿Me
ayudarás a conseguirlos?
El servicial sopesó los
imperativos y los interaccionó con sus bases pautadoras. No pretendía
infravalorar la perspicacia del mutante.
- La preservación de la vida del general se me asignó hace 4 años, 3
meses y 9 días, del calendario Nuevo Fingas. Si mi asignado desapareciera, me
destinarían a otra persona. Cambiarían mi nombre y programación
El temor se diluyó en la
tranquilidad que transmitía la boca sonriente del provocador: “Eres tosco,
simple y bello. Limitado por tu estupidez. Olvida, te ruego, todo lo
transmitido por mi discordia.”
- Ha terminado mi tiempo de asueto. Debo volver. El general me espera
con el informe.
NAES, no tan estúpido, no tan
simple, no tan servil: “Seréis multilocalizados, monitorizados y
desestructurados. Todos.”
- Robot, ¿eres robot? ¿Por qué me traicionas?
- SAPSE, eres demasiado bocazas. El general no puede tolerar que las Crónicas se desvirtúen con tu
existencia. Eres un infiltrado inservible.
NAES golpeó a SAPSE en el
plexo solar derribándolo, haciendo chocar omóplatos contra la dura
concentración cristalina del suelo.
- ¡Eres un infiltrado inservible! Buscamos locos, héroes de lo
imposible. Queríamos conservar tus anomalías, pero patinas en el silicio neuronal.
NAES se acuclilló junto a
SAPSE y le susurró al oído: “Me parece incorrecto insultar a un hermano cuando
no se lo merece.”