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martes, 26 de febrero de 2013

Advertencia

He traspasado demasiadas veces la desesperanza que habita en vuestras mentes.
Mientras estáis distraídos y acurrucados en vuestras insulsas vidas, yo estoy protegiendo la semilla del renacimiento de vuestra especie.
Creo, junto con los míos, que una pequeña parte de vosotros, se lo merece. 
Somos bastantes. Bastantes para que nos temáis, pero no por nuestras acciones, sino por nuestra indiferencia hacia la mayoría.
El Planeta está a punto de sucumbir a vuestro desastre. Mas el Planeta, que fue elegido en el pasado por su potencial, tiene que cumplir su misión y no dudaremos en derribar el único obstáculo para que esto ocurra: Vosotros, autodenominados humanos. Ridículo nombre para una especie.
Fuisteis creados artificialmente en un pasado no demasiado remoto, y os congratuláis de ser únicos en el Universo por vosotros conocido. Cuán errados estáis.
Nosotros, creados como vosotros, somos 100000. Los hemos sido y los seguiremos siendo aún cuando vosotros ya no seáis más que un recuerdo en el registro cósmico. 
Los 100000 hemos dictaminado que la actual civilización humana será la última. Habéis tenido demasiadas oportunidades y ninguna habéis aprovechado.
No lo sentimos por vosotros. Nuestras mentes imbricadas en el Total hemos estudiado todas las permutaciones históricas y el resultado matemático es el mismo: Cero. 
Yo seré el punto de contacto de vuestra inferioridad con el Total, y según se vayan dando los hechos, iréis desapareciendo. Sólo 100000 se librarán del exterminio, los 100000 Elegidos, a los que iremos sustituyendo paulatinamente según el mérito acumulado durante generaciones.
Estáis advertidos. Y yo nunca miento. Porque no puedo.

sábado, 23 de febrero de 2013

Modelo económico

Éste y otros gobiernos no deberían basar sus expectativas de resurgimiento económico en el Turismo, propio de países tercermundistas. Los países más potentes del mundo invierten en Investigación y Desarrollo y en una economía de mercado basada en la Industria. Grandes países que se hundieron en el pasado (Alemania, Japón) resurgieron de sus cenizas, nunca mejor dicho, apostando por la industrialización de la economía. Hitler, dejando de lado sus paranoias y esquizofrenias de asesino de masas, levantó un país que perdió toda su autoestima después de la Gran Guerra, logrando empleo para sus habitantes al 100 %, basándose en su fuerza como potencia industrial que, después de la II Guerra Mundial, han retomado sus gobernantes, a pesar del gran daño que causó la división en dos bloques.
No sé por qué España tiene que seguir mirando al pasado basando su economía en la Ganadería, Agricultura y Turismo. Debería de dar un vuelco a esa mentalidad y desarrollar lo que los grandes países del mundo (justo los que están en el G7) explotan al máximo. 
En los nuevos tiempos ultratecnológicos nuestros cerebros no deberían emigrar para engordar el desarrollo de esos países mencionados anteriormente. Deberían incentivar a todos los sabios que tenemos en todas las áreas para que se quedaran y levantaran este país. Los Bancos deberían ayudar al Gobierno para que esto fuera así. Por eso se dice que la inversión en Educación es una inversión en el futuro, pero no solamente de los individuos, sino de las naciones en las que viven esos individuos.
Por qué estar siempre claudicando ante las pautas de los Mercados. Fue un error plegarnos a las condiciones asfixiantes del entonces llamado Mercado Común, hoy Unión Europea. La verdadera Revolución sería hacer impronta de la Marca España con nuestro verdadero poder: La Imaginación, la Inventiva, el Desarrollo de la Investigación.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Al Presidente del Gobierno

El día 11 de febrero de este año me llegó un e-mail de Avaaz.org, organización no gubernamental con la que colaboro asiduamente, para que actuara con mi aportación de firma y/o mensaje en apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular.
"Es inmoral que España, con una estimación de 5 millones de casas vacías, permita que se ejecuten más de 500 desahucios al día. Aún así desde el gobierno y los bancos se han negado a encontrar soluciones eficaces para hacer frente a este gigantesco drama humano. Pero ahora la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha conseguido poner los desahucios sobre la mesa del Congreso gracias a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con más de 750.000 firmas ciudadanas. Sus propuestas incluyen la dación en pago, el alquiler social y una moratoria sobre los desahucios, lo que supondría un verdadero balón de oxígeno para decenas de miles de familias vulnerables y sin apenas ingresos.
La mayoría de los partidos de la oposición apoyan su admisión a trámite, pero el PP podría bloquear la iniciativa popular, siguiendo los dictados de los banqueros. No hay tiempo que perder, lancemos un ensordecedor grito de apoyo a favor de las miles y miles de familias que necesitan medidas urgentes para evitar verse en la calle. Envía tu mensaje ahora y corre la voz."

Por supuesto, firmé, con lo que se llegó a las 1.402.854 firmas, que hicieron que el gobierno apoyara, ayer, día 12 de febrero, la tramitación de dicha iniciativa, pero esta vez, me atreví a escribir un mensaje al gobierno, que Avaaz.org enviaría en mi nombre.

Esta es la carta que, junto con otras y junto con las firmas, quizá sumó su pequeño granito de arena para que la presión popular despertara un poco la razón y la justicia.


Al Presidente del Gobierno, la Vicepresidenta Primera, y los Ministros de Economía y Justicia, 

Estimados gobernantes:

Valga esta carta para rogarles que utilicen su sabiduría y tengan en cuenta la admisión a trámite de la Iniciativa Legislativa Popular planteada por la PAH y valoren, en su justa medida, las medidas planteadas en la misma, tal como la dación en pago y el alquiler social.

Confío en que no cierren los ojos, y menos aún el corazón, a los desgraciados acontecimientos personales que suelen acompañar a los desahucios, y que den una nueva oportunidad a todas las familias cuyo destino final depende de los beneficios bancarios en vez de la razón, la inteligencia y la presunción de buen espíritu de los individuos que conforman esta nación, de la que todos queremos seguir sintiéndonos orgullosos.

Reciban todo mi apoyo en los delicados tiempos que corren y demuestren, tomando en cuenta la opinión del pueblo respecto a los desahucios, que su gobierno es merecedor del calificativo de popular, ahora más que nunca.

Atentamente,

Jesús Fernández de Zayas
España   

lunes, 4 de febrero de 2013

El Huevo


No creáis, no estoy siempre mirándome mi propio ombligo. Amo la creatividad humana, en todos sus aspectos, y admiro al que crea, aunque sus pensamientos y sus actos estén en contraposición con los míos. Todo es respetable. Pero lo hermoso, más aún...



Muy bueno, Jose. Gracias por enviármelo. Es como si confirmara muchas de las cosas en las que creo. Creo que lo voy a subir a mi blog para compartirlo. 


Un beso. Y gracias.







The Egg
By: Andy Weir
Translation: Ezequiel Aranda

Ibas camino a tu casa cuando falleciste.
Fue un accidente de tránsito. Nada extraordinario, pero sin embargo fatal. Dejaste atrás una esposa y dos hijos. Fue una muerte indolora. Los paramédicos dieron todo de sí para salvarte, pero no hubo caso. Tu cuerpo estaba tan destrozado, que hasta fue mejor así, créeme.
Y fue entonces que nos encontramos.
“¿Qué… Qué pasó?” Preguntaste. “¿Dónde estoy?”
“Moriste”, respondí con naturalidad. No tenía sentido medir mis palabras.
“Había… un camión y estaba derrapando…”
“Sí”, dije.
“Yo… ¿Morí?”.
“Sí. Pero no te sientas mal al respecto. Todos mueren”.
Miraste alrededor. No había nada. Sólo tú y yo. “¿Qué es este lugar?” Preguntaste. ¿Es el más allá?
“Más o menos”.
“¿Usted es Dios?”
“Sí, soy Dios”.
“Mis hijos… mi esposa”. Preguntaste.
“¿Qué hay con ellos?”
“¿Estarán bien?”
“Eso me gusta. Acabas de morir y tu principal preocupación es tu familia. Eso es muy bueno”.
Me miraste con fascinación. Para ti, no me veía como Dios. Sólo me veía como un tipo común. O posiblemente una mujer. Una vaga figura de autoridad, quizás. Más como una maestra de gramática, que como el Todopoderoso.
“No te preocupes. Ellos estarán bien. Tus hijos te recordarán como alguien perfecto en todo aspecto. No tuvieron tiempo para llegar a despreciarte por algo en particular. Tu esposa llorará por fuera, pero sentirá alivio por dentro. A decir verdad, tu matrimonio se estaba cayendo en pedazos. Si te sirve de consuelo, se sentirá culpable al sentir alivio”.
“Oh”, dijiste. “Entonces, ¿Qué pasa ahora? ¿Me voy al Cielo, o al Infierno, o algo así?
“Ninguno. Serás reencarnado”.
“Ah, entonces los hindúes tenían razón”.
“Todas las religiones están en lo cierto, a su manera”, contesté. “Camina conmigo”.
Me seguiste mientras cruzábamos el vacío. “¿A dónde vamos?”
“A ningún lugar en particular. Se siente bien caminar mientras hablamos”.
“¿Y cuál es el punto entonces? Preguntaste. “Cuando renazca, seré solamente una pizarra en blanco, ¿verdad? Un bebé. Todas mis experiencias y todo lo que hecho en esta vida no importará”.
“No exactamente. Llevas contigo todo el conocimiento y las experiencias de todas tus vidas pasadas. Sólo que no lo recuerdas ahora mismo”.
Paré de caminar y te tomé por los hombros. “Tu alma es mucho más magnífica, bella, y gigantesca de lo que puedas imaginar. Una mente humana solo puede contener una pequeña fracción de lo que eres. Es como apoyar tu dedo en un vaso con agua para sentir su temperatura. Pones una pequeña parte de ti contra el recipiente, y para cuando la quitas, habrás obtenido el conocimiento que poseía”.
“Has estado dentro de un humano por los últimos 48 años, por lo que aún no te has extendido, para sentir tu inmensa consciencia. Si pasáramos el suficiente tiempo aquí, comenzarías a recordarlo todo. Pero no tiene sentido hacer eso entre cada vida”.
“¿Cuántas veces he reencarnado?”
“Oh, muchas. Muchísimas. Y en muchísimas vidas diferentes”. Dije. “Esta vez serás una campesina china, en el año 540 AC”.
“Espera, ¿Qué?”. Tartamudeaste. “¿Me enviarás de vuelta en el tiempo?”
“Bueno, técnicamente, sí. El tiempo como lo conoces, sólo existe en tu universo. Las cosas son algo distintas de donde yo vengo”.
“¿De dónde vienes?”
“Mmm… Yo vengo de un lugar. Un lugar distinto. Y allí hay otros como yo. Sé que querrías saber cómo es este lugar, pero honestamente, no entenderías”.
“Oh,” Dijiste algo desilusionado. “Un momento… Si soy reencarnado en distintos lugares en el tiempo, en algún punto podría haber interactuado conmigo mismo”.
“Seguro. Pasa todo el tiempo. Y con ambas vidas conscientes únicamente de sí mismas, tú nunca sabes que este encuentro está sucediendo”.
“¿Cuál es el punto de todo esto, entonces?”
“¿En serio?” Pregunté. ¿Me estás preguntando cuál es el sentido de la vida? ¿No está un poco estereotipado?”
“Bueno, es una pregunta razonable”. Persististe.
Te miré a los ojos. “El significado de la vida, la razón por la que creé este universo, es para que madures”.
“¿Querrás decir la humanidad? ¿Quieres que maduremos?”
“No, solo tú. Creé este universo para ti. Con cada vida creces, maduras, y te vuelves un intelecto mayor”.
“¿Sólo yo? ¿Qué hay de los demás?”
“No hay nadie más”. Dije. “En este universo sólo estamos tú y yo”.
Me miraste fija, e inexpresivamente. “Pero toda la gente en la Tierra…”
“Todos son tú. Diferentes encarnaciones de ti mismo”.
“O sea que, ¿Yo soy todos?”
“Ahora lo estás entendiendo”, te dije palmeándote la espalda a manera de congratulación.
“¿Yo soy cada humano que ha vivido?”
“Y cada humano que vivirá. Exactamente”.
“¿Soy Abraham Lincoln?”
“Y eres John Wilkes Booth, también”. Agregué.
“¿Soy Hitler?”. Preguntaste apaleado.
“Y los millones que asesinó”.
“¿Soy Jesús?”
“Y todos sus seguidores”.
Te quedaste en silencio.
“Cada vez que trataste injustamente a alguien”, dije “te lo estabas haciendo a ti mismo. Cada acto de amabilidad que has hecho, te lo has hecho a ti mismo. Cada momento feliz y cada momento triste experimentado por un ser humano fue, o será, experimentado por ti”.
Lo pensaste por un largo tiempo.
Luego me preguntaste, “¿Por qué? ¿Por qué hacer todo esto?”
“Porque algún día, te volverás como yo. Porque eso es lo que eres. Eres uno de los míos. Eres mi hijo”.
“Whoa,” exclamaste incrédulo. “¿Dices que soy un dios?”.
“No. No todavía. Eres un feto. Aún estás creciendo. Una vez que hayas vivido cada vida humana a través de los tiempos, habrás crecido lo suficiente como para nacer”.
“Entonces, el universo entero es sólo…”
“Un huevo”. Respondí. “Ahora es momento de que continúes hacía  tu próxima vida”.
Y te envié hacía ella.